Uno de los métodos más tradicionales de cocinar ha sido el uso de leña para hacer un fuego en el que asar los alimentos. De hecho, con toda probabilidad el descubrimiento de cómo la comida se hacía más digerible y agradable de comer tiene que ver con los usos que se le han dado al calor a lo largo de la historia. Luego llegaron las especializaciones, como decidir qué leña usar para las cocciones, en función del tipo de alimento o los matices que se le quería dar a cada uno.
La evolución de los sistemas de cocción llevó a la invención de las cocinas, que hoy son bastante diferentes a las de antes. Aunque también hay modelos de cocinas y hornos que se valen de la leña para cocinar, logrando un doble resultado, porque a la vez que se cocina se puede mantener una casa caliente. Veamos algunos modelos.
El tradicional horno de leña
Los hornos de leña se han utilizado en multitud de casa y restaurantes. Antaño, en los pueblos se tenía un horno en el que se hacía el pan para los vecinos, que una vez que se acababa la hornada, podían ir a cocinar con el calor que quedaba, que era más que suficiente para hacer repostería y otras recetas.
Hoy, podemos encontrar hornos de este tipo con estilos más o menos modernizados en asadores rústicos, pizzerías y, como no, panaderías artesanas. Incluso hay hornos de menor tamaño para viviendas, en los que se puede cocinar aprovechando el calor de la leña o el carbón, dependiendo del tipo de combustible que se prefiera utilizar.
Los hornos de leña pueden tener muchas formas y materiales. Los hay fabricados en ladrillo refractario, aunque lo habitual hoy es que tengan un cuerpo metálico y puerta, como las cocinas de gas tradicionales pero sustituyendo la toma de gas por un depósito en el que se pone la leña y se enciende el fuego.
Cocinas con horno
En el apartado de modelos domésticos, las cocinas de leña que tienen horno son las más habituales. Esas se pueden colocar al aire libre, donde cocinar como si se tratase de una barbacoa, o en el interior, como cocina auxiliar o para utilizarla en cualquier momento. En este caso, habrá que preparar un tiro para que el humo que se produce al encender el fuego salga y no se convierta en un problema.
Las cocinas de leña son realmente bonitas, por lo que se suelen poner a modo de decoración en cocinas rústicas, siempre manteniendo la precaución de que no haya muebles de madera expuestos al intenso calor que generan. Aunque lo normal es que estén acabadas en color negro, algunas pueden ser de otro color, que va desde un verde oscuro hasta un rojo intenso. Si quieres darle un toque diferente a tu cocina, seguro que encuentras un modelo de leña que combina con tu decoración. Podrás disfrutar del incomparable calor que produce una chimenea y cocinar a la vez. ¿Se puede pedir más?