La decoración y el diseño de vanguardia está llevando a desarrollar elementos de confort que no solo sean prácticos y útiles, sino que combinen con la decoración mientras cumplen con su misión. El diseño de chimeneas es un claro ejemplo de ello, ya que hoy hay prácticamente un tipo de chimenea para cada espacio, además de diferentes combustibles para encenderlas. En este caso queremos centrarnos en el que probablemente sea el tipo de chimenea más nuevo y desconocido, aunque en poco tiempo se ha ganado un hueco dentro del catálogo de chimeneas que podemos encontrar. Nos estamos refiriendo a las chimeneas de pellet.
¿Qué es el pellet?
El pellet es un material obtenido a partir de elementos naturales. Se cataloga como biomasa sólida y está formado por unos pequeños cilindros que apenas tienen unos milímetros de diámetro. En su forma recuerdan a pequeños troncos o briquetas, aunque con un tamaño muy inferior.
El pellet se fabrica sin serrín seco sin aditivos. El serrín se comprime a alta presión para formar los pequeños cilindros, que tienen una densidad y dureza elevada, logrando un alto poder calorífico.
Por tanto, hablamos de un producto que no es tóxico y que además es muy limpio, ya que se consume la práctica totalidad de este y apenas deja residuos. El pellet suele venderse embalado en sacos de unos 10 o 15 kilos, ideal para un usuario doméstico, aunque también hay tamaños mucho más grandes para consumos mayores.
¿Cómo funciona una chimenea de pellet?
Una de las ventajas que tienen las chimeneas de pellet es que sin automáticas. Se pueden programar a una hora determinada o marcar la temperatura a la que queremos mantener una estancia y la chimenea se encarga de encenderse y apagarse sola, además de regular la cantidad de combustible que entra en ella.
Unido a una buena puerta para chimenea se pueden reducir las necesidades de combustible y aprovechar todavía más las características de esta. Solo hay que estar al tanto de que el depósito de pellet tenga material para seguir trabajando cuando sea necesario.
Ventajas e inconvenientes de las chimeneas de pellet
La ventaja más importante de la chimenea de pellet frente a los demás modelos de chimeneas es que se aprovecha un material de desecho como el serrín para utilizarlo como combustible, lo cual supone un beneficio para el medio ambiente y la eliminación de restos agrícolas.
Además, el precio del pellet es mucho más estable que el de otros combustibles como el gas o el petróleo, de modo que no hay demasiadas fluctuaciones de un momento a otro.
El pellet no produce olores. Y con respecto a la leña, ocupa mucho menos espacio de almacenamiento.
Por contra, las chimeneas de pellet necesitan disponer de una toma de corriente para poder funcionar de manera automática. Además se recomienda para pequeños espacios como viviendas. Si si quiere usar en lugares más grandes se tiene que hacer una instalación específica para montar una caldera de biomasa, destinando un espacio mucho más grande del que ocupa una chimenea convencional.